Diez consejos imprescindibles para convertirte en un buen vendedor
Muchas empresas suelen caer en el error de pensar que el trabajo de comercial es una tarea que cualquiera puede desempeñar, y que no se requiere de formación ni preparación previa para dedicarse al mundo de las ventas.
Sin embargo, este planteamiento es totalmente erróneo puesto que, pese a que cualquier persona puede dedicarse a vender, no todos los vendedores consiguen cosechar unos buenos resultados.
Si quieres aprender a ser un buen vendedor y, lo más importante, aprender a disfrutar de tu trabajo como te mereces, ten en cuenta estos diez tips que te ayudarán a poner en práctica una rutina de ventas efectiva y cosechar grandes resultados a medio y largo plazo. ¡Toma buena nota de todos ellos!
1.) El buen vendedor deberá tener siempre un perfil adecuado. Este perfil ha de concordar con el de una persona extrovertida, y que sepa moverse bien en el terreno de lo emocional, es decir, que sea un experto en el dominio de los sentimientos. Además, deberá contar con una buena dosis de empatía, para saber ponerse siempre en el lugar del cliente, y poder llegar mejor hasta él.
2.) El buen vendedor deberá tener una formación completa y un conocimiento profundo sobre la empresa para la que trabaja, así como sobre los productos que vende. No se debe pasar por alto que los clientes, tienen cada vez un mayor conocimiento sobre los productos, las empresas y la competencia, por lo que el vendedor bien formado, deberá aportar un plus de buena imagen a ese producto que vende y a la empresa para la que trabaja.
3.) El buen vendedor no puede dejar que el cliente le dé el primer precio. Siempre, en todo proceso de venta efectivo, el que vende el artículo es quien debe dar el precio. Además, es conveniente que, sobre el valor real de lo que se quiere ganar, el vendedor suba el precio entre un 10 y un 20% (este margen es conveniente establecerlo siempre, por si el cliente nos regatea el precio).
4.) Tener el suficiente valor de intentarlo. Cuando alguien se pregunta, ¿cómo ha conseguido éste tener esto? La respuesta siempre es la misma: ‘porque tuvo el valor de hacerlo, y lo consiguió’. Los ganadores siempre se lanzan a triunfar. En el área de las ventas, los profesionales que se dedican a esto, tienen también que aprender a superar sus propios miedos. Es importante fracasar varias veces, para lograr el éxito aunque sólo sea una vez.
5.) Es importante perseverar a diario, y de una forma tan constante, que se deje una huella eterna. Y es que, un buen vendedor no se forma de un día para otro, sino que requiere de una gran dosis de perseverancia, tanta, que pueda llegar a formarse una creencia.
6.) Necesidad de marcarse objetivos crecientes y progresivos, para no comenzar con un ritmo de trabajo muy fuerte.
7.) El buen vendedor debe hacer de su propósito una obsesión increíble. Sólo así se conseguirá una nueva forma de concebir la realidad. Por eso, el buen vendedor siempre creerá que, la reacción de sus clientes depende siempre de su estado energético.
8.) El buen comercial sabe visualizar los buenos resultados. De esta manera, cada vez que visite a un cliente, el buen vendedor deberá imaginarse respuestas de este tipo: ‘hoy le duplicaré el pedido porque he tenido buena respuesta y estoy satisfecho con su producto’, ‘el mercado está respondiendo favorablemente, por lo que quiero hacerle un pedido adicional’…Al insistir en una visualización efectiva, por muy alejada que ésta parezca de la realidad, más reales se harán nuestras expectativas.
9.) Utilizar siempre las técnicas de persuasión más efectivas. El buen vendedor necesita, desde el principio, convertirse en un experto en el dominio de técnicas de persuasión, como: técnicas de contacto visual, lenguaje apropiado en cada negociación, porte y apariencia etc. Llegará un momento en el que todas estas técnicas estén absolutamente automatizadas e interiorizadas, y no será necesario recurrir a la teoría, porque se pondrá en práctica de forma natural.
10.) Ofrecer un buen servicio post-venta. El buen vendedor deberá estar siempre muy pendiente de las posibles reclamaciones o dudas que puedan sugerirle a sus clientes. Esto se consigue manteniendo un contacto continuo con el cliente, que permita medir el grado de satisfacción alcanzado tras la compra del producto. Si se quieren mantener las ventas a largo plazo, es fundamental contar con un servicio post-venta de este tipo, pues ayuda en gran medida, a fidelizar al cliente.
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